Cada tanto, alguien me pregunta “Como fue que te viniste a Bélgica, of all places, a vivir?” Entonces, yo siempre hago mi relato, mi cuentito intitulado “El viaje de Marina”. Esta semana, que se cumplen 5 aÑos desde aquel viaje, es un buen momento para contarlo de nuevo:
Un 11 de agosto de 2002 agarré mis valijotas, mi flamante pasaporte italiano y con muy pocas certidumbres me vine para Bélgica. De hecho, la única certidumbre que tenía era que mi amiga Carolina y (su por entonces novio, hoy marido) Thomas, me venían a buscar a la estación de trenes de Amberes. Yo llegaba ahí via Paris, via Londres antes…. No entiendo porqué agarré un viaje con tantas escalas, seguramente porque era el más barato.
Vine con un pasaje con fecha de vuelta para Diciembre. Me di cuatro meses para ver si me iba a gustar, para encontrar un laburo más o menos bueno (porque para ser moza, me hubiese quedado en Baires) Si para Diciembre me gustaba la cosa, me quedaba.
La idea original era desde Amberes buscar laburo en Londres. Pero bastante rápido me di cuenta que no iba a funcionar, porque no estar disponible para una entrevista de laburo no era de lo más práctico, por supuesto. También busqué cosas en Bélgica, en Bruselas. Hasta me anoté en Adecco por si salía algun laburito temporario de secretaria para el “mientras tanto”, cuestión de no quedarme sin guita. No hizo falta, al mes y medio de llegar ya tenía laburo fijo en Bruselas. Empecé en forma part-time, cuestión de tener tiempo para estudiar Francés y Flamenco (el idioma, no el baile) y para pasear y conocer mejor el país. No era el mejor laburo del mundo (asistente de Marketing) pero podía pagar mi depto, mis cursos y sobrevivir bastante bien y la gente era bastante macanuda. Estuve en ese laburo justo un año y ya hace casi 4 que estoy en el actual, que es mucho más de lo mío.
Pero volvamos a aquel 13 de agosto, el día de mi llegada a Amberes. En cuanto llegué, Caro y Thomas me llevaron al depto de Thomas, Caro se quedó conmigo y nos fuimos a almorzar al Café Bourla. Mientras almorzábamos se largo a lloviznar (la primera llovizna Belga!) y Caro me tiro la posta: “En Bélgica, tu mejor amigo es un paraguas.”
Esa noche, vinieron a cenar a casa de Thomas dos compañeros de laburo: Laurence (una chica que hoy vive en Singapore) y Michael, bah, Mijito. Esta parte de la historia merece una mención especial, ya que es muy loco pensar que con Mijito nos conocimos el dia mismo de mi llegada. Y si bien pasaron 4 meses hasta que nos volvimos a encontrar y empezamos a salir, no deja de ser muy loco. Pensar que estamos juntos hace 4 años y medio (y llevamos ya dos meses de casados!)
En el medio de estos 5 años me pasaron un montón de cosas, cambie de país, de casa, de ciudad y de laburo, conocí a Mijito, hice nuevos amigos, me casé, visite países nuevos, tuve un accidente de auto, mis viejos me vinieron a visitar 5 veces, compre un depto, voté, corrí los 20km de Bruselas….
Los próximos 5 años serán otra aventura!
Un 11 de agosto de 2002 agarré mis valijotas, mi flamante pasaporte italiano y con muy pocas certidumbres me vine para Bélgica. De hecho, la única certidumbre que tenía era que mi amiga Carolina y (su por entonces novio, hoy marido) Thomas, me venían a buscar a la estación de trenes de Amberes. Yo llegaba ahí via Paris, via Londres antes…. No entiendo porqué agarré un viaje con tantas escalas, seguramente porque era el más barato.
Vine con un pasaje con fecha de vuelta para Diciembre. Me di cuatro meses para ver si me iba a gustar, para encontrar un laburo más o menos bueno (porque para ser moza, me hubiese quedado en Baires) Si para Diciembre me gustaba la cosa, me quedaba.
La idea original era desde Amberes buscar laburo en Londres. Pero bastante rápido me di cuenta que no iba a funcionar, porque no estar disponible para una entrevista de laburo no era de lo más práctico, por supuesto. También busqué cosas en Bélgica, en Bruselas. Hasta me anoté en Adecco por si salía algun laburito temporario de secretaria para el “mientras tanto”, cuestión de no quedarme sin guita. No hizo falta, al mes y medio de llegar ya tenía laburo fijo en Bruselas. Empecé en forma part-time, cuestión de tener tiempo para estudiar Francés y Flamenco (el idioma, no el baile) y para pasear y conocer mejor el país. No era el mejor laburo del mundo (asistente de Marketing) pero podía pagar mi depto, mis cursos y sobrevivir bastante bien y la gente era bastante macanuda. Estuve en ese laburo justo un año y ya hace casi 4 que estoy en el actual, que es mucho más de lo mío.
Pero volvamos a aquel 13 de agosto, el día de mi llegada a Amberes. En cuanto llegué, Caro y Thomas me llevaron al depto de Thomas, Caro se quedó conmigo y nos fuimos a almorzar al Café Bourla. Mientras almorzábamos se largo a lloviznar (la primera llovizna Belga!) y Caro me tiro la posta: “En Bélgica, tu mejor amigo es un paraguas.”
Esa noche, vinieron a cenar a casa de Thomas dos compañeros de laburo: Laurence (una chica que hoy vive en Singapore) y Michael, bah, Mijito. Esta parte de la historia merece una mención especial, ya que es muy loco pensar que con Mijito nos conocimos el dia mismo de mi llegada. Y si bien pasaron 4 meses hasta que nos volvimos a encontrar y empezamos a salir, no deja de ser muy loco. Pensar que estamos juntos hace 4 años y medio (y llevamos ya dos meses de casados!)
En el medio de estos 5 años me pasaron un montón de cosas, cambie de país, de casa, de ciudad y de laburo, conocí a Mijito, hice nuevos amigos, me casé, visite países nuevos, tuve un accidente de auto, mis viejos me vinieron a visitar 5 veces, compre un depto, voté, corrí los 20km de Bruselas….
Los próximos 5 años serán otra aventura!
